Aunque la troika (Comisión Europea, BCE y FMI) y el Gobierno de Nicosia parecen haber alcanzado un acuerdo definitivo sobre las medidas a adoptar para rescatar de la quiebra y de su salida del euro a Chipre, aún no se conoce la efectividad de las medidas (es decir, si serán suficientes) ni los efectos que tendrá en la economía chipriota el control de capital impuesto ("corralito") desde el pasado viernes día 15 de marzo unidos al plan de austeridad económica que se apruebe.
PLAN DE RESCATE
El acuerdo adoptado incluye el cierre del segundo banco del país -Laiki- que podría traspasar sus activos en función de su valor y calidad a sendas entidades creadas al efecto y a la reestructuración del primer banco, el Bank of Cyprus (BoC). Aunque finalmente los depósitos inferiores a 100.000 euros quedarán garantizados (respetando así la normativa europea sobre Fondos de Garantía de Depósitos), serán los depositantes con cantidades superiores así como los accionistas y tenedores de bonos de estos bancos los que asuman fuertes pérdidas en sus carteras (a día de hoy se baraja entre un 30% y un 50%). Chipre recibirá una ayuda de 10.000 millones de euros para evitar su quiebra, pero a cambio se le impondrán también unas duras condiciones macroeconómicas.
EFECTOS A CORTO Y MEDIO PLAZO
Desde el viernes día 15 de marzo, cuando se oficializó la necesidad de establecer un impuesto a los depósitos para que ahorradores e inversores contribuyesen con parte del rescate, las sucursales han permanecido cerradas y con un control de capitales sobre todas las cuentas para evitar una fuga masiva vía transferencias. Inicialmente los reintegros por cajero automático tenían una limitación de 1.000 euros diarios. El jueves día 21 de marzo, Laiki redujo ese límite a 260 euros diarios y ahora lo ha bajado hasta los 100 euros. Podemos imaginarnos los efectos que sobre el consumo tiene este particular "corralito": la incertidumbre y la falta de liquidez en el bolsillo de los ciudadanos y en el de las empresas está empezando a generar situaciones de infraconsumo y de escasez en los lineales de los comercios. A esto hay que añadirle la alta tensión que se vive en la sociedad, con una población indignada por verse como los grandes perjudicados de las medidas a adoptar. Y es que, aunque finalmente se hayan salvado de la contribución a los pequeños ahorradores, las fuertes restricciones macroeconómicas a las que el Gobierno de Chipre someterá a la población por la imposición de la troika, dejarán sentir sus efectos sobre todos los contribuyentes.
Lo normal sería que cientos y cientos de inversores y ahorradores estén esperando el fin de la restricción temporal sobre la libertad de capitales para liquidar su dinero. La lógica dice que el Gobierno no levantará definitivamente esta medida a corto plazo para evitar el colapso y la insostenibilidad del sistema.
Equipo de redacción dE
Imagen | Tax Credits
Si has encontrado útil este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario