jueves, 20 de septiembre de 2012

¿Es un brote verde nuestro sector exterior?

 
 
 
La economía española actualmente se enfrenta ante un terrible cuadro macroeconómico teniendo en cuenta la elevada tasa de desempleo (cercana al 25% de la población activa), elevado endeudamiento público (que ya se sitúa en el 75% de nuestro PIB), dificultades para alcanzar el objetivo de déficit fiscal para el ejercicio, y crecimiento de los precios superior al de la producción, que contribuye desgraciadamente a ahondar nuestra caída en términos reales.
 
 
Por suerte, tras cinco años de crisis se comienzan a vislumbrar síntomas de mejora real de nuestra economía, aunque es cierto que se han de coger con pinzas si analizamos los factores que los están motivando. No me gusta llamarlos 'brotes verdes' porque son muchas las plantas que habitan el lecho de la tierra, pero pocas las que logran tener un tronco leñoso. Pero sin ser demasiado ortodoxos podríamos tomar como 'indicio' positivo el comportamiento de nuestro sector exterior.
 
 


La economía española es una economía con un alto grado de internacionalización, teniendo en cuenta que esta se define como la suma bruta de nuestro saldo de importaciones y exportaciones sobre la producción nacional, pero a pesar de ello y de manera tradicional es un país con un terrible saldo negativo de su balanza por cuenta corriente, más áspero aún que el de Estados Unidos si relativizamos los términos.
 
Uno de las causas principales de que así sea es la gran dependencia energética que tenemos con el exterior y la escasa competitividad de los productos españoles respecto a los países de nuestro marco de comparación. Una vez realizado este pequeño inciso, ya estamos en disposición de analizar los factores que han motivado este cambio de tendencia, estos son:
 
1) Reducción de la demanda energética: a pesar del encarecimiento de los productos energéticos, ha tenido lugar una reducción del consumo motivado por la propia crisis
 
2) Reforma laboral: la reforma laboral ha dotado al mercado de trabajo español de una mayor flexibilidad, lo que ha llevado a que las empresas tengan que soportar menores rigideces y puedan ser más competitivas
 
3) Depreciación de la moneda única: aunque es cierto que no modifica la balanza respecto a nuestros socios europeos, un Euro barato nos ha permitido mejorar nuestras exportaciones netas fuera de Europa
 
Tal vez sea precipitado hablar de que se está comenzando a ver la luz al final del túnel, ya que quedan por corregirse muchas deficiencias estructurales, pero se están dando una serie de circunstancias muy positivas, que aunque suponen un gran sacrificio para los españoles, están consiguiendo meter la directa hacia el crecimiento del mañana.
 
 
Equipo de redacción dE

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