La tramitación como anteproyecto de ley de la reforma de la Administración Local en España está generando un continuo debate en torno a los efectos tanto económicos como sociales que este trascendental cambio político puede suponer para el conjunto de la sociedad española. Analicemos algunos de los cambios más significativos que se producirán y su posible impacto en las economías locales.
ELIMINACIÓN DE DUPLICIDADES ADMINISTRATIVAS
La premisa es "una Administración, una competencia". En términos de ahorro y coste económico este parece ser uno de los pilares de la futura reforma. Se distinguirán las competencias propias de los ayuntamientos de las impropias (dependiente de otra Administración superior), no pudiendo prestar los servicios impropios en tanto en cuanto no puedan garantizarse y financiarse aquellos que son obligatorios.
EL PAPEL DE LAS DIPUTACIONES
Las Diputaciones provinciales adquirirán un mayor protagonismo en la gestión económica de los municipios. Especialmente los menores de 20.000 habitantes. La intención es aprovechar las economías de escala, minorando el coste de la prestación de determinados servicios de manera conjunta en localidades limítrofes. O minorando notablemente el coste de prestación de servicios en aquellos ayuntamientos que no tienen ningún margen de negociación de precios. Las Diputaciones adquirirán un papel más relevante en la gestión de las pequeñas economías locales, que son la mayoría.
PROFESIONALIDAD Y TRANSPARENCIA EN LA GESTIÓN
Este punto es el que más está dando de qué hablar. La cuestión más controvertida es la supresión de las retribuciones en el 82% de los concejales, permaneciendo remunerados una mínima parte de los mismos por "dedicación exclusiva". Lo mismo ocurrirá con el número de asesores de las corporaciones locales, que será reducido. La retribución de los cargos electos y directivos del sector público local será definida por la Ley de Presupuestos, no pudiendo cobrar más que un secretario de Estado.
También se redimensionará el sector público local, prohibiendo la constitución de nuevas empresas públicas y obligando a la supresión de muchas. Se fortalecerá la figura de los interventores locales, dotando de mayor transparencia y rigor el control financiero y presupuestario.
Pensamos que estos cambios, que sin duda redundará en el ahorro de costes y el control del gasto público, serán positivos para las maltrechas economías locales. Con un presupuesto totalmente acotado, será una labor casi imposible despilfarrar el dinero público como se ha venido haciendo durante mucho tiempo en muchas localidades con gastos superfluos (compra de votos), generando auténticos agujeros presupuestarios y financieros en las arcas municipales. Los proveedores de entidades locales saben de lo que hablamos, y los llevan sufriendo en sus bolsillos muchos años.
Equipo de redacción dE
Imagen | otakuchick
Si has encontrado útil este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario