En los últimos meses se ha hablado largo y tendido sobre la posibilidad de crear un banco público que albergue los 'activos tóxicos', es decir, aquéllos que por el afloramiento del default de los contrato, y el inicio de las acciones recuperatorias del crédito, han aparecido activos-humo con un valor que ni por asomo se asemeja a su valor de mercado. De tal manera que el sector público aglutinaría estos deteriorados en lo que se conoce popularmente como un 'Banco malo'.
A pesar de que es una vía para solucionar de un plumazo el deterioro de los balances de las entidades de crédito, el hecho que quiero denunciar es que a través de la intervención del Estado, se premiaría a las Entidades menos prudentes en la selección de riesgos, y en contra se penalizaría a aquéllas que han sido más ortodoxas a la hora de cosechar su inversión crediticia.
Con independencia de cómo se instrumentalice, puesto que aunque se están escuchando voces al respecto, ni el partido político que ha resultado vencedor en las elecciones generales celebradas el pasado mes, ni MAFO (Miguel Ángel Fernández Ordóñez) se han pronunciado al respecto. Me preocupa la forma en la que se instrumentalice y el reparto social de dichas pérdidas, porque tratándose de activos deteriorados no podemos hablar de otra cosa.
No es que me muestre contrario a la creación de un banco malo, pero de lo que discrepo rotundamente es de cómo se han socializado las pérdidas y los desajustes en los balances hasta ahora, llámese FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), fusiones de entidades de crédito o ayudas al sector financiero. Porque en mi opinión que exista unas entidades con una situación muy deteriorada no es gratuito, y se debe a se han primado intereses políticos e incluso personales en lugar de una gestión de riesgos prudente y sostenible en el largo plazo.
Ahora muchos de esos directivos ya no está en las Entidades que han sido intervenidas hasta el momento, y tampoco se están apreciando sanciones penales sobre estos, obligando al conjunto de la sociedad a sufragar los costes de estas aventuras. Por lo que concluyendo, la creación de un 'Banco malo' es una solución al problema, una solución sesgada y socialmente asimétrica.
Equipo de redacción dE
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