lunes, 28 de noviembre de 2011

Por qué sube el precio del oro



En momentos de crisis como el que vivimos, el oro suele convertirse en un valor considerado "refugio" para los inversores. La inflación, la devaluación o la pérdida de confianza en una moneda, llevan a una gran cantidad de inversores a atesorar este preciado metal como forma de salvaguardar su riqueza.

No es la primera vez que la historia pone de manifiesto que el precio del oro aumenta cuando lo hacen las dudas y la incertidumbre sobre el papel moneda de los países en crisis (moneda fiduciaria).

Durante los últimos años, el aumento de la desconfianza en el mercado y en el sistema financiero ha hecho que cada vez fueran más los inversores que se decanten por inversiones en oro. Además de las tradicionales compras de oro físico, estas inversiones también se canalizan a través de fondos de inversión, acciones de compañías mineras y del sector y finalmente ETF sobre oro (Exchange Traded Fund o fondos cotizados en bolsa). Estos últimos son un producto híbrido entre los fondos de inversión tradicionales y las acciones, ya que poseen características de ambos.

Especialmente a través de ETF sobre oro, se ha incrementado en los últimos años el acercamiento de instituciones y personas hacia las inversiones en el preciado metal, aumentando significativamente el número de inversores en el mercado del oro. Los Fondos cotizados (ETF) han crecido a ritmos vertiginosos y en su conjunto mantienen más reservas de oro respaldándolos que algunos bancos centrales.
Este incremento en la demanda de inversión en oro ha ido disparando su cotización del oro en los últimos años. La cotización del oro cerró la última sesión en 1.676 dólares por onza, registrando el máximo del año en 1.896 dólares por onza (5/9/2011).

Con los acuerdos de Bretton Woods (1944), los países decidieron acertadamente regirse por una disciplina monetaria vinculada al patrón oro capitaneada por el dólar, tras erigirse EE.UU como primera economía tras la Segunda Guerra Mundial. Pero cuando Nixon decretó la inconvertibilidad del dólar en oro (1971), el sistema monetario internacional asistió al fin de los acuerdos alcanzados y las divisas comenzaron a fluctuar libremente y sin respaldo alguno, perdiéndose la estabilidad de las transacciones comerciales internacionales basadas en tipos de cambio estables.

Desde entonces, el oro no ha dejado de ser considerado de forma oficiosa como un activo monetario válido en el sistema financiero internacional,  actuado como valor refugio en épocas de inestabilidad económica e incertidumbre. Se trata de un valor reconocido por todas las culturas del mundo desde hace milenios. El oro es el más antiguo, más importante y seguro de todos los activos monetarios de la historia. El oro siempre ha sido considerado como el dinero por excelencia.
Los propios bancos centrales continuan atesorando oro como parte de sus reservas monetarias. De hecho fuentes recientes del Consejo Mundial del Oro, -WGC en sus siglas en inglés- han informado que los bancos centrales en su conjunto han comprado 184,4 toneladas de oro en el tercer trimestre de este año. Esto es un 556% más que en el mismo período del año anterior. Estamos ante la mayor demanda de oro por parte de estas instituciones desde el fin de los acuerdos de Bretton Woods. Durante las últimas dos décadas, los bancos centrales se han desprendido anualmente de unas 400 toneladas de oro. Este año se espera que terminen en su conjunto con una adquisición neta de unas 500 toneladas. Queda claro de esta forma que el oro continuará siendo parte más que importante de las reservas monetarias mundiales.

Varios expertos consideran que mientras que la cotización no alcance el máximo alcanzado en 1980 de algo más de 2.000 dólares por onza (ajustada según la inflación de estos 30 años), habrá recorrido para que el valor siga aumentando sin riesgo. Además, del incremento interanual del 6% que ha tenido la demanda de oro en el tercer trimestre de este año, hasta las 1.053,9 toneladas, menos de la mitad,468 toneladas, es lo que ha supuesto la demanda de oro de inversión, dividiéndose esta en 390,5 toneladas para lingotes y monedas y 77,6 toneladas para EFT. Además, todo el oro de inversión depositado en carteras de inversión representa menos del 1% de los activos financieros mundiales, cuando en 1968 suponian un 4,5% y en 1980 el 2,5%.

Equipo de redacción dE

Si has encontrado útil este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.




No hay comentarios:

Publicar un comentario