En los últimos días se está hablando largo y tendido sobre las participaciones preferentes de la banca española. Los inconvenientes con los que se han encontrado muchos inversores a la hora de cobrar sus cupones o de rescatar su inversión, ha llegado incluso a movilizar a centeneres de clientes frente a sedes de entidades financieras con el fin de denunciar una falta de información y asesoramiento previo al momento de la contratación.
En dE-diario de un Economista queremos ser fieles a nuestra labor de información y asesoramiento hacia nuestros lectores y seguidores. Por ello les exponemos una intuitiva guía con todo lo que debe saber sobre las participaciones preferentes:
Las participaciones preferentes son valores emitidos por una entidad de crédito (o sociedad mercantil) que no confieren participación en su capital ni derecho a voto. Se trata de un producto complejo y con un elevado riesgo cuyas principales características son:
- Tienen carácter perpetuo. Aunque el emisor suele reservarse el derecho (no la obligación) de amortizarlas a partir de los cinco años, previa autorización del Banco de España.
- Su rentabilidad, generalmente de carácter variable, no está garantizada. La remuneración está condicionada a la obtención de beneficios distribuibles por parte del emisor o de su grupo y no son acumulables, es decir, si no se percibe en un período, el inversor pierde el derecho a recibirla.
- Las participaciones preferentes no cotizan en bolsa aunque sí lo hacen en mercados secundarios organizados. Aunque pueden contar con un contrato de liquidez, su liquidez puede ser muy limitada y no siempre es fácil ni rápido deshacer la inversión. Para poder venderlas, como en cualquier otro mercado, deben existir inversores dispuestos a comprar tus participaciones.
- Su valor fluctúa atendiendo a las condiciones financieras del producto, a la situación del emisor y a la del mercado. En base a ello el valor puede ser inferior al que se pagó por ellas, existiendo la posibilidad de incurrir en pérdidas de capital. Actualmente algunas de las emisiones de preferentes están cotizando entre el 40% y el 50% de su valor incial, por lo que los inversores se encontrarían en caso de venta inmediata prácticamene con la mitad del capital que invirtieron.
- Las participaciones preferentes no cuentan con la garantía del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). En caso de quiebra del emisor, en el orden de recuperación de créditos, se situan por detrás de todos los acreedores comunes y subordinados y sólo por delante de las acciones ordinarias y cuotas participativas en el caso de las cajas de ahorro.
Durante años, numerosas entidades comercializaron participaciones preferentes al albor de atractivas rentabilidades y bajo la idea de que en pocos años los inversores podrían recuperar totalmente su dinero. La comercialización de preferentes sirvió de parche para solucinar muchos de los problemas de liquidez de la banca a corto plazo, aunque algunas de sus carencias están saliendo ahora a la luz.
En esta semana, en un segundo artículo sobre las preferentes, les explicaremos cómo la nueva normativa bancaria (Basilea III) forzará a las entidades a deshacerse de las participaciones preferentes, ofreciendo a los inversores su canje por acciones, bonos convertibles o bonos a largo plazo.
Equipo de redacción dE
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