martes, 13 de diciembre de 2011

Los Eurobonos no son la solución para la crisis europea

Las últimas reuniones del Eurogrupo están siendo fundamentales para la consumación de una estrategia coordinada para la salida de la crisis, una estrategia que ya ha contado con la oposición británica respecto al pacto fiscal, surgiendo dudas adicionales sobre la posibilidad de que se produzca una marcha atrás de los compromisos en la propia integración económica de los veintisiete miembros de la Unión.

El principal debate en el que se encuentra inmersos los países del Euro es sobre la conveniencia o no de emitir Eurobonos. Antes de adentrarme en el análisis, realizaré una breve reseña sobre de qué tratan exactamente estos instrumentos de financiación.

En esencia, los Eurobonos son un tipo de financiación coordinada en la que todos los países miembros del Euro (diecisiete en la actualidad) emitirían deuda conjuntamente, y con independencia del país que requiera financiación, todos los Estados Miembros serían responsables solidarios respecto a los tenedores de dichos bonos (acreedores). 

Pero, si se presenta como una actuación coordinada y pro-europeísta, ¿por qué no son la solución para la crisis de deuda europea? No son la solución por dos causas justificativas:

  1. Conflicto de intereses: algunos países, en concreto los que cuentan con un mayor grado de solvencia, como son Alemania, Francia, Holanda, Finlandia y Austria, han mostrado su oposición frontal. Su legítimo argumento es que bajo el mismo paraguas se entremezclaría deuda de países muy solventes con las de otros que levantan más sospechas en el mercado, traduciéndose en que los países con una mejor posición de solvencia deberían pagar un plus a la hora de emitir su deuda, en favor de que los países más inestables, como pueden ser los países periféricos mediterráneos, puedan colocar su deuda con mayor facilidad en el mercado
  2. Perjudicaría el ajuste fiscal: la mayoría de los países de la Eurozona cuenta con una deuda muy superior los niveles que se fijaron dentro de los cinco criterios de convergencia de Maastricht (1992)para los países que querían formar parte de la moneda única, es decir, que su deuda pública no podría superar el 60% de su PIB y su déficit fiscal (la diferencia entre los ingresos y gastos del Estado) no superaría el 3% de su PIB. En mi opinión, con los Eurobonos se 'animaría' a los Estados Miembros a emitir más deuda, siendo totalmente contrario al objetivo de equilibrio presupuestario y unas finanzas públicas saneadas. Buscando un símil en el mundo de la medicina, es como si a la consulta de un médico acude un paciente para tratarse de su obesidad y se le prescribe que ingiera más calorías
En conclusión, con los Eurobonos se trataría de europeizar el problema del desequilibrio presupuestario de algunos de sus miembros, y lo único que persigue es diluir el problema particular de algunos de ellos con el todo que supone la Eurozona. Tal vez sería una buena medida si se instrumentalizacen planes plurianuales de ajuste presupuestario, pero en ningún caso es adecuada por sí sola.

El problema al que se enfrenta la zona Euro es que en Maastricht se fijaron cinco criterios de convergencia para entrar en la moneda única, pero no se realizó ningún estudio, ni mucho menos se fijaron compromisos, sobre qué disciplina tendrían que cumplir los distintos países para promover unas finanzas públicas saneadas a largo plazo.



Equipo de redacción dE

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