lunes, 12 de diciembre de 2011

Euroescepticismo frente a responsabilidad fiscal y financiera


El pasado viernes día 9 de diciembre se cerró la esperada cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Como objetivo, se esperaba un acuerdo unánime para sentar las bases de reforma en materia económica del Tratado de Lisboa.

De los 27 Estados miembros de la UE, únicamente Reino Unido se quedó solo en su rechazo a las reformas planteadas, que en resumen se concretaron en:


  • Una mayor disciplina fiscal para los Estados miembros, limitándose el déficit estructural anual de cada Estado al 0,5% de su PIB. Además si se supera el 3% de déficit presupuestario habrá sanciones automáticas, aunque se prevé la posibilidad de suprimirlas puntualmente si una mayoría cualificada lo decide. Esta mayor disciplina fiscal deberá legislarse nacionalmente por cada Estado, cosa que España ya tiene avanzada tras la última reforma constitucional aprobada recientemente, y únicamente a la espera de su desarrollo en Ley Órganica en los próximos meses.
  • La creación de un fondo de rescate permanente, que se adelanta a julio del año 2012, con una dotación inicial, que será revisada con antelación en marzo de ese mismo año, de 500.000 millones de euros. El nuevo fondo permanente, convivirá hasta mediados de 2013 con el fondo temporal actualmente en vigor, que tiene una dotación de 250.000 millones de euros. Ambos bajo la gestión del BCE. Las decisiones del fondo permamente serán tomadas por mayoría cualificada del 85%, con derecho de veto para Alemania, Francia e Italia.
  • La UE prestará 200.000 millones de euros al FMI.
¿Por qué Reino Unido ha decidido desmarcarse de las referidas reformas? 
La mayor preocupación del primer ministro británico (David Cameron) parecía conseguir garantías de que la futura regulación financiera de la UE no afectaría de lleno a la City, el distrito financiero londinense. Al no conseguirlas y con la bolsa, los bonos públicos británicos y la Libra, relativamente estables, su estrategia ha sido desmarcarse de la Eurozona y no suscribir los nuevos pactos fiscales y financieros. 

Hay que añadir que desde hace años existe un euroescepticismo extendido entre los británicos, sobre todo por sus dudas sobre la viabilidad futura del proyecto comunitario. Por otro lado, políticamente puede resultar interesante para Cameron la idea de que la City siga siendo refugio de inversores con la bolsa y libra al alza y una prima de riesgo del bono británico a diez años estable con respecto al bono alemán.

Tal y como les explicamos en dE en los artículos Por qué es importante el control del gasto público y sobre la  idoneidad de armonizar la política fiscal de la zona euro, la nueva propuesta de reforma del Tratado de la UE salida de esta cumbre, debería empezar a vislumbrarse ante los mercados como muestra de responsabilidad fiscal y financiera de cada uno de los Estados miembro.

Como ha asegurado Angela Merkel, la puesta en marcha de estas medidas debería aprobarse con rapidez y para el mes de marzo de 2012 debería estar listo el nuevo Tratado. Mucho antes, desde hoy mismo, ya podremos empezar a conocer la reacción de los mercados ante las medidas anunciadas.

Equipo de redacción dE

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1 comentario:

  1. A la vista de cómo han cerrado hoy las bolsas europeas, parece que los mercados ven amenazas.

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