En las últimas semanas el asunto de la corrupción política en España ha adquirido el mayor énfasis de su historia reciente, lo que indudablemente ha afectado a la apreciación del país en el entorno internacional, con innumerables connotaciones de índole económica, entre las que se encuentra el que denomino 'efecto expulsión' de la inversión extranjera directa, es decir, los capitales extranjeros que fluyen hacia nuestro país para transformarse en actividad económica productiva.
Este efecto expulsión viene motivado por los siguientes parámetros:
1) Por la falta de credibilidad que se desprende de las instituciones, ya que al sospecharse que el poder político controla todas las esferas del entorno económico, se duda de la seguridad jurídica de los negocios, al tiempo que la igualdad de oportunidades al emprender un negocio
2) Pérdida de transparencia, ya que las empresas que acceden a determinados favores reciben lo recíproco, echando por tierra las bazas de las empresas que concurren con mayores credenciales a los concursos públicos
3) Complejidad de las relaciones empresariales, derivadas de una artifialización de los cauces administrativos, que en lugar de ponerse a trabajar para facilitar la contratación y la viabilidad de las operaciones, se ponen a disposición de la justificación de determinados cauces de acción, que tienen por objetivo la dilatación de los plazos, la complicación de determinadas operaciones, con el objetivo de salvaguardar los intereses de la persona física o jurídica que participa en el proceso
Como pueden comprobar estas consecuencias tienen un precio muy alto, justo en el momento en el que se empezaba a apreciar una cierta estabilización respecto a las finanzas públicas, y cuando algunas voces relevantes empezaban a apostar por la salida de España de la crisis económica, tras la mejora de algunos indicadores como los indicadores de productividad y las exportaciones.
La situación es grave, y no queda otra salida que solucionar este tipo de problemas, porque sin lugar a dudas antecedentes de hecho de este tipo, más que acercarnos a Europa, nos separan, remontándonos a una liga inferior en la que juegan países como los sudamericanos y del centro de África.
Equipo de redacción dE
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