Entre estas cuestiones, cabe destacar el asunto de los planes de pensiones y otras formas de previsión social complementaria, que a día de hoy gozan de ventajas fiscales, de tal modo que los partícipes de estos productos pueden deducirse unas cantidades vía IRPF con la aportación a dichos planes con unos límites (edad y situación económica de la unidad familiar).
Recordemos cuáles eran estos baremos, para tener presentes la deducciones alcanzables por estas aportaciones:
¿CUÁNTO ME PUEDO DEDUCIR POR LAS APORTACIONES A UN PLAN DE PREVISIÓN SOCIAL?
Son deducibles en la base imponible del IRPF del partícipe las cantidades aportadas al conjunto de sus planes de pensiones, con el límite de la menor de las siguientes cantidades:
1) 10.000 € (o 12.500 € si el partícipe es mayor de 50 años)
2) 30% (o 50% si el partícipe es mayor de 50 años) de la suma de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio. (El importe aumenta a 24.250 € si el aportante es discapacitado). También se contempla la posibilidad de realizar aportaciones al plan de pensiones del cónyuge (con una deducción de hasta 2.000 €, siempre que el cónyuge no obtenga rendimientos del trabajo y/o de actividades económicas superiores a 8.000 € y se realice declaración conjunta de renta) y al plan de pensiones de un familiar discapacitado (aportación máxima de 10.000 €)
3) Tratamiento fiscal de las prestaciones de los planes de pensiones: estas prestaciones se consideran rendimiento del trabajo, sujeto a la correspondiente retención
REFLEXIÓN
Pues bien, este año se está apreciando un comportamiento cuanto menos curioso, al existir un número cada vez mayor de partícipes que en lugar de sentarse a calcular qué cantidad aportar para obtener la máxima deducción, prefieren abstenerse para conseguir una mayor liquidez.
Cuando hablamos de inversiones siempre analizamos cuatro parámetros: el riesgo, la rentabilidad, fiscalidad y liquidez. Si analizamos estos conceptos en términos económicos, de los anteriores el más escaso es precisamente el último, la liquidez, por lo que en la medida en la que esta sea aún más escasa, esta tendencia será la que más adeptos tenga respecto a este tipo de decisiones.
Equipo de redacción dE
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