El año 2012 se termina en apenas 12 días, y con él se acaban también las opciones de reducir la factura fiscal en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) cuya declaración presentaremos durante los meses de mayo y junio del próximo año 2013. La subida de impuestos en el IRPF para 2012 que ya les avanzamos en estas líneas, puede verse minorada en función de dos grandes bloques:
A) VIVIENDA
La deducción por inversión en vivienda habitual ha sido durante años la deducción estrella de nuestro IRPF, permitiendo actualmente la desgravación de un 15% de las cantidades aportadas a tal fin con un base máxima de deducción de 9.040 euros. La eliminación de esta deducción para adquisiciones de vivienda materializadas a partir del 1 de enero de 2013, está motivando un notable incremento de transacciones inmobiliarias en el último trimestre de este año 2012, sobre todo comparando las tasas de variación con períodos anteriores. Y más aún teniendo en cuenta que el IVA por adquisición de vivienda nueva pasa del 4% al 10% el día 1-1-2013.
El año 2012 también es el último ejercicio que tienen los contribuyentes para deducirse en el IRPF un 20% de las cantidades satisfechas desde el 7-5-2011 hasta el 31-12-2012 por las obras realizadas en cualquier vivienda de su propiedad (no necesariamente la habitual) siempre que esté orientada a la mejora de la eficiencia energética, la higiene, salud, protección del medio ambiente, seguridad, etc. Para beneficiarse de esta deducción la base imponible del contribuyente no puede superar los 71.007,20 euros, siendo decreciente desde los 53.007,20 euros. La base máxima anual deducible es de 6.750 euros.
Les recordamos además que a partir del período fiscal iniciado en 2012, se suprime del IRPF la compensación fiscal por deducción en vivienda habitual (que beneficiaba a aquellos contribuyentes que adquirieron su vivienda habitual antes del 20 de enero de 2006).
B) SISTEMAS DE PREVISIÓN SOCIAL
Junto a las deducciones por vivienda, los sistemas de previsión social como los planes de pensiones constituyen el otro gran incentivo de nuestra declaración del IRPF.
Les remitimos a nuestro artículo publicado recientemente sobre los efectos de la crisis en la desincentivación de las aportaciones a sistemas de previsión social, donde podrán encontrar información ampliada.
C) OTROS
Finalmente, podemos encontrar otros pequeños resquicios en la Ley del IRPF que nos permiten deducir algunas cantidades adicionales. Aunque eso sí, suponen importes relativamente pequeños, muy alejados de las grandes deducciones comentadas con anterioridad. Entre estas deducciones encontramos: cuotas satisfechas a sindicatos, donativos a entidades sin fines lucrativos y a actividades de mecenazgo.
Equipo de redacción dE
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