A pesar de las severas medidas de ajuste tomadas en España para ir corrigiendo déficit y deuda pública y cumplir con los objetivos europeos, aún queda mucho camino por recorrer. La mayor parte de las medidas tomadas hasta la fecha, y las más impactantes, están dirigidas a aumentar los ingresos públicos. Pero, ¿y qué pasa por el lado de los gastos? ¿Hay margen para mejorar los resultados reestructurando y reduciendo drásticamente el gasto público?
Nuestros dirigentes políticos no parecen apreciar que los resultados que puedan conseguirse con un esfuerzo enorme de la población en materia tributaria, no tienen un reflejo real en la contabilidad nacional porque
aún sigue existiendo un auténtico agujero negro administrativo y político que absorbe todo recurso que se le aproxime
Apretar aún más el cinturón de la población, no tiene otro camino distinto del de la conflictividad social y el hundimiento y la depresión económica. Si un político se queja de la incomprensión de la situación y las medidas por parte de la población, es esta quien debe quejarse incomprendida ante la falta de racionalidad en la asignación de unos recursos públicos más escasos que nunca.
Es una lástima que deban venir desde fuera, a través de un rescate total, para poner cordura ante una situación de falta absoluta de rumbo. Tengo la impresión de que falta cintura política para afrontar los problemas que todos sabemos que existen y que anquilosan el sistema. Claro está, que eso pasa por reformar nuevamente y en profundidad la Constitución, por suprimir entes públicos a porrillo, delimitar al papel de las autonomías, y en definitiva refundar el papel y sobre todo la dimensión de la Administración y la política en España.
Pero parece que los votos, igual al PP que al PSOE, les siguen pesando más que la responsabilidad.
Equipo de redacción dE
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