Con la llegada de la crisis económica y el deterioro de las economías familiares están cambiando los hábitos de consumo, que bien buscan productos y/o servicios diferentes o bien rastrean el mercado para conseguir la tarifa de precios que se adapte mejor a sus nuevas circunstancias.
En este contexto, las compañías aseguradoras han salido fortalecidas, puesto que al deteriorarse la renta y el patrimonio de sus asegurados necesitando ciertas coberturas para algunas contingencias que hace tan solo unos años ni se planteaban, algunas de ellas son:
- Seguros de protección de pagos: cubren el riesgo de perder el empleo, de tal manera que los asegurados que lo contraten podría seguir afrontando algunos de sus pagos (hipoteca, rentas, manutención, etcétera) ante el acaecimiento de la pérdida del puesto de trabajo
- Seguros de ahorro: ante el deterioro de los mercados financieros como consecuencia de la crisis de deuda europea
- Todo riesgo en automóviles: ante la posibilidad de que como consecuencia de un accidente tengamos que afrontar grandes gastos en la reparación de nuestro vehículo, muchos asegurados se están reafirmando en esta opción, prefiriendo pagar una prima más elevada pero que les trasmita la tranquilidad de no tener que afrontar gastos imprevistos
Como pueden apreciar, con las dificultades económicas se está reforzando el 'core' de la industria aseguradora, que ha de cumplir la función social de cubrir aquellas contingencias y riesgos que los asegurados no podrían afrontar con su renta o patrimonio.
Equipo de redacción dE
Si has encontrado útil este artículo puedes compartirlo desde tu blog, página Web o foro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario