Tras un primer artículo publicado ayer sobre Rusia y la herencia económica que recibió tras la caída de la URSS, hoy queremos completar el tema explicándoles los motores de crecimiento en los que se ha apoyado la tierra de los zares en su etapa más reciente para crecer económicamente.
En especial los recursos energéticos (petróleo, gas y carbón) y minerales, incluyendo diversos tipos de metales. Todo ello, bajo un extenso territorio de más de 17 millones de kilómetros cuadrados, considerado por muchos como la mayor superpotencia energética del mundo, con zonas aún sin explorar.
Rusia es el segundo mayor productor de crudo del mundo y el peso en su economía en términos de PIB puede llegar al 25% según estimaciones del Banco Mundial. Los recursos petrolíferos suponen más del 50% del valor de sus exportaciones y cerca del 30% de los ingresos estatales.
Rusia es además el primer productor mundial de gas natural, con casi un 30% de las reservas mundiales. También en el sector eléctrico se encuentran en el cuarto puesto de producción mundial y en el primero europeo.
La actividad exportadora de recursos energéticos que prosiguió a los años siguientes a la crisis financiera de 1998, consiguió reducir notablemente su endeudamiento financiero gracias al excedente comercial procedente del sector energético. La exportación de productos energéticos proporcionó directamente recursos financieros (divisas) para pagar intereses y además incluso amortizar capital principal de su deuda externa. A esto se le une el hecho de un mínimo volumen de emisión de bonos por el mayor control del déficit y de la deuda pública.
En lo relativo a otros sectores, la agricultura sigue adoleciendo de las debilidades mostradas en el referido artículo anterior. Por su parte, en la industria de bienes de equipo, Rusia está encontrando un nuevo potencial de crecimiento dada la necesidad de modernización de la maquinaria (especialmente agrícola) que necesita este territorio desde hace ya más de 20 años.
Aunque en armamento (incluido nuclear) y militarmente Rusia está entre las primeras potencias mundiales, sin duda, será en el sector servicios donde aún está por llegar el gran salto al desarrollo de su economía: telecomunicaciones, servicios financieros, etc. Aunque destacamos la apuesta por la inversión en infraestructuras para transportes y comunicaciones que aún deben acometer los gobernantes rusos para alcanzar un grado de desarrollo acorde con sus vecinos europeos y con el potencial de desarrollo de su economía.
Aunque en armamento (incluido nuclear) y militarmente Rusia está entre las primeras potencias mundiales, sin duda, será en el sector servicios donde aún está por llegar el gran salto al desarrollo de su economía: telecomunicaciones, servicios financieros, etc. Aunque destacamos la apuesta por la inversión en infraestructuras para transportes y comunicaciones que aún deben acometer los gobernantes rusos para alcanzar un grado de desarrollo acorde con sus vecinos europeos y con el potencial de desarrollo de su economía.
Equipo de redacción dE
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La corrupción en Rusia está haciendo mucho daño políticamente. Y esto se tiene que reflejar en su economía. Putin y Chaves siempre podrán decir aquello de "siempre nos quedará petróleo"...
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