martes, 6 de diciembre de 2011

Se ha de refundar el papel de las agencias de calificación


Uno de los aspectos más controvertidos y que más protagonismo han acaparado tras los últimos acontecimientos económicos, y en particular respecto a los problemas sobre la deuda soberana, han sido las opiniones colegiadas que han vertido las principales agencias de ráting o calificación sobre las principales economías de la zona Euro, consiguiendo aumentar las dudas e incluso desestabilizar las finanzas de países tradicionalmente solventes y estables.

Es incuestionable que estas agencias de calificación han hecho un daño tremendo a muchas empresas y a muchos Estados que se encuentran al borde del rescate, pero que también se han mostrado incapaces de vaticinar grandes quiebras, de manera intencionada o no, de grandes grupos financieros como la de Lehman Brothers, que tanto impacto han tenido sobre las inversiones tanto de fondos de inversión así como de particulares a lo largo del planeta.


En consecuencia ha quedado demostrado que las agencias de calificación no han cumplido con su función social, que no es otra que dar fe de la situación finaciera tanto de empresas como de los Estados, ejerciendo un poder demasiado grande sobre el mercado y sobre el desenlace de los acontecimientos económicos, un poder que se ha de diluir para que en un futuro no pueda tener el impacto que ha tenido en la actual crisis.

Teniendo en cuenta lo anterior, ¿cómo podemos hacerlo? ¿Qué ha de cambiar para que su impacto sea menor? Pues la reforma que se ha de emprender al respecto ha de abordar su dos grandes problemas, el poder de mercado y la oportunidad de la información, tratemos cada uno de ellos por separado:

  1. Poder de mercado: las tres grandes agencias de calificación Standard & Poors, Moodys, y Fitch, gozan de una posición predominante como consecuencia de la escasa competencia en el mercado, lo que podría solucionarse aumentando el número de agencias, consiguiendo de este modo una dilución efectiva de su poder de mercado
  2. Oportunidad de la información: con sus publicaciones, sus rebajas de ráting, y sus opiniones ha quedado demostrado que han sido muy eficaces para enturbiar la situación financiera de las grandes economías. Lo que ha de limitarse para que cualquier opinión, oportuna o no, pueda desestabilizar a un área económica
En conclusión, se ha de replantear el papel que han de ejercer las agencias de calificación en la nueva economía, aprendiendo de los errores del pasado, y evitando que se puedan reproducir en un futuro. Refundando los pilares sobre los que se sustentan, e introduciendo la competencia necesaria para que el poder de mercado que acaparan no pueda desestabilizar ningún equilibrio económico.

Equipo de redacción dE

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3 comentarios:

  1. Las agencias de rating son las causantes del problema de la deuda soberana, se ha de evitar que acaparen el poder de mercado y los manejen a su antojo...

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  2. Yo sería partidario de suprimirlas, o en todo caso, como bien se apunta en el artículo, dar entrada en el 'mercado' a más agencias para que aumente la competencia, y no se concentre el poder en manos de unos pocos

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  3. Comparto vuestra opinión, pero creo que es necesario una revisión de su papel, para que no cometan los mismos excesos. Lo de Lehman Brothers podrían haberlo previsto, y como se apunta en el artículo, fueron ineficaces.

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