Con frecuencia escuchamos en las noticas que el precio en dólares del barril de pretóleo ha experimentado una evolución al alza o a la baja. Las percepción que tenemos como consumidores es que las subidas en el precio del barril de petróleo se trasladan mucho más rápidamente que las bajadas al precio final que pagamos en gasolineras. Pero, ¿es realmente así? ¿Qué factores influyen en el precio de carburantes? ¿Son todos los carburantes iguales? Les respondemos a estas y otras cuestiones.
Las variaciones en la cotización del precio del barril de crudo Brent (tipo de petróleo usado como referencia en los mercados europeos) no repercute inmediata ni automáticmanete en el precio de productos derivados del mismo. El crudo hay que encontrarlo, extraerlo, refinarlo y finalmente obtener productos como la gasolina, el gasoil o los lubricantes, entre otros.
El precio de los carburantes (gasolina y gasoil) está determinado por:
- El precio de los mismos en los mercados internacionales al por mayor (que no es el mismo que el precio del crudo).
- Los impuestos, que en nuestro país constituyen prácticamente el 50% del precio final que paga el consumidor.
- Otros costes: distribución, comercialización, mantenimiento de reservas, gastos financieros, etc.
OFERTA Y DEMANDA EN MERCADOS MAYORISTAS
El petróleo es la materia prima más comercializada del mundo, y en este mercado existen factores que inciden en la cotización del barril de crudo como: las políticas a corto y medio plazo de la OPEP (Organización de Pasíses Exportadores de Petróleo), los conflictos geopolíticos en regiones productoras, la evolución del tipo de cambio de las divisas, variaciones en cotización en los mercados de futuros de petróleo de Londres, etc.
Los carburantes por su parte, experimentan las variaciones en su precio en función de las cotizaciones de la gasolina y el gasóleo en los mercados al por mayor de referencia para España, el del Mediterráneo y del Norte de Europa. Los factores que inciden en estas cotizaciones son, entre otros, el cierre temporal de refinerías o la estacionalidad, que en definitiva, como en cualquier mercado, afectan a la oferta y demanda que haya de los carburantes.
Por tanto, el precio de los carburantes no experimenta una relación directa con la cotización del barril de petróleo, aunque es natural que de producirse grandes variaciones en las cotizaciones del barril de brent, acabarían trasladándose a los mercados mayoristas de carburantes.
Tampoco es cierto que las subidas en los mercados mayoristas del precio de los carburantes se reflejen antes en el precio de venta al público que las bajadas del mismo si se atiende a la evolución de los precios que periódicamente publica el Ministerio de Industria y la Comisión Nacional de la Energía.
IMPUESTOS
En España, los impuestos suponen aproximadamente el 50% del precio de venta al público, pese a ser uno de los países de la UE con menor carga impositiva sobre los carburantes.
Los impuestos que gravan el consumo de carburantes en España son:
- Impuesto especial sobre hidrocarburos.
- Impuesto sobre venta minorista de hidrocarburos, el llamado céntimo sanitario.
- Impuesto sobre el valor añadido (IVA).
OTROS COSTES
Cada compañía o los propios empresarios establecen libremente el precio de forma independiente en función de sus políticas comerciales. La Ley de Defensa de la Competencia prohíbe acuerdos entre compañías respecto al precio de los carburantes. De hecho, las compañías están obligadas a informar periódicamente sus precios de venta a la Comisión Nacional de la Energía y al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que los publica diariamente en su página web.
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Los gastos de comercialización, amortizaciones, almacenamiento, mantenimiento de reservas mínimas, etc. son muy similares entre todas las compañías, de ahí que prácticamente sea sólo el margen de los mayoristas el que determina la pequeña diferencia de precio entre compañías.
Por otro lado, las políticas comerciales de las grandes compañías les ha llevado a desarrollar nuevos productos con mejores prestaciones, desarrollando aditivos para los carburantes que mejoran el ahorro y el rendimiento de los motores. Esta calidad, también tiene su reflejo en el precio. En el caso de la gasolina, el mayor octanaje (medida de la capacidad antidetonante del carburante, para evitar explosiones en las máquinas de combustión, liberando la máxima cantidad de energía útil) es más caro porque el coste de producción es asimismo mayor.
Equipo de redacción dE
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