miércoles, 2 de noviembre de 2011

La crisis económica es la máscara de una crisis de valores


Las noticias de actualidad económica (nefastas por cierto) están copando los medios de comunicación, vertiendo información sobre la insostenibilidad de la deuda para los estados, las altas tasas de desempleo, y las malas perspectivas que se ciernen sobre nuestro futuro económico. Intentan hacernos creer que los problemas son exclusivamente de índole económico-financiero, pero en estas líneas trataré de mostrarles que no es así.

La sociedad en su conjunto adolece de diversos problemas, que identifico dentro de dos bloques:



  1. Expectativas: nuestro modelo de crecimiento nos enseñado a que siempre tenemos que crecer, tanto a nivel empresarial como a nivel personal. Porque ni las empresas consiguen los resultados que añoran y muchos estudiantes se encuentran frustrados al no encontrar en el mercado la oportunidad profesional que esperaban
  2. Pérdida del valor del esfuerzo: porque crece la ganancia para la alta dirección empresarial, mientras que la retribución de los empleados se congela al tiempo que se deterioran sus condiciones laborales
En conclusión, nos encontramos ante una crisis de valores, que como consecuencia ha derivado en una crisis financiera y luego en una económica. ¿Nos acordamos de las prestigiosas firmas de inversión que nos garantizaban rentabilidades anuales del 20% anual? Pues ahora, piensen en su subyacente, un subyacente utilizado como instrumento para desprestigiar al esfuerzo como motor del desarrollo de la sociedad.

Equipo de redacción dE

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