El Centro Tecnológico de Málaga, también conocido como Málaga Valley, ha sido reconocido por la conferencia EmTech de tecnologías emergentes del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) como la capital europea de la tecnología. Proporcionando de este modo un balón de oxígeno a esta ciudad andaluza, que se posiciona como una referencia tecnológica dentro de nuestro país y a nivel europeo.
Durante la próxima semana (del 24 al 28 de octubre) tendrá lugar la celebración de la I Semana Teconólógica, con una agenda cargada de actividades, que servirán de impulso a nivel mundial a este consolidado tejido tecnológico a nivel mundial.
A pesar de los halagos que ha recibido, me cuestiono si será viable a largo plazo, y si el talento que ha atraído en los últimos años se retendrá, si tener que moverse hacia otros destinos por un posible deterioro del número de oportunidades, cuando la mayor parte de la inversión aún no es rentable y se encuentra bajo el paraguas del Estado o de la propia Junta de Andalucía.
Es cierto que muchos de estos proyectos no generan rentabilidades inmediatas, y que ha de pasar el tiempo suficiente para que su engranaje se haga efectivo, puesto que muchos de los beneficios que estos proyectos revierten sobre la sociedad no son fácilmente mesurables, al escapar algunos a la propia economía, transformándose en incrementos del valor cultural o en la generación de una infraestructura que promueva el desarrollo a largo plazo.
En conclusión, el Centro Tecnológico de Málaga está dando sus primeros frutos, y esta mención consolidará sin lugar a dudas su posición como referencia del sector tecnológico a nivel europeo, un camino que se ha de aprovechar por una comunidad autónoma que genera muchos más licenciados de los que actualmente es capaz de emplear.
Equipo de redacción dE
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