domingo, 9 de octubre de 2011

De vueltas con la recesión económica


Estamos ya en puertas de encaminarnos hacia la recta final de este año 2011. A pocas semanas de conocer el dato de crecimiento en el tercer trimestre del año de la economía española, ya son diversas las instituciones y analistas que están haciendo sus cábalas sobre la posibilidad de que se entre nuevamente en una etapa de recesión, entendida esta técnicamente como el decrecimiento del PIB tras alcanzar dos trimestres consecutivos en tasas negativas.

Evolución
Desde que en el segundo trimestre del año 2009 nuestra economía, con un -4,4% de tasa de variación interanual, alcanzase su peor registro de decrecimiento del PIB desde que el Instituto Nacional de Estadística publica estos datos (1970), los resultados de crecimiento trimestrales comenzaron a ser más alentadores.
Con un 2010 dubitativo, en el que trimestralmente en comparación con el período anterior, hubo aceleraciones (primer y segundo trimestre, 0,1 y 0,3%, respectivamente) y una desaceleración con un frenazo en seco en el tercer trimestre (-0,0%), nos adentramos en una etapa con crecimientos progresivos en el último trimestre del año 2010 (0,2%) y el primero del año 2011 (0,4%).

Previsiones
La publicación el pasado verano del dato del segundo trimestre de este año, con una leve caída en el crecimiento hasta el 0,2% (en términos interanuales pasamos del 0,9 al 0,7%) junto con las previsiones algo más pesimistas para los niveles de desempleo en dos primeros trimestres del año 2012, están llevando a hacer estimaciones que contemplan el retroceso de la economía española de vuelta hacia la recesión.

Con este panorama nos encontramos ante una situación en la que las mismas variables que nos pueden hacer avanzar, nos pueden volver a frenar en seco. Con una inversión, demanda y un consumo internos bajo mínimos, estamos en brazos del sector exterior para poder recuperar niveles de crecimiento más estables. Los datos en gasto y pernoctaciones de turistas extranjeros en España del pasado verano han sido los mejores desde que estalló la crisis, lo que da buena fe de la recuperación de muchas economías de nuestro entorno.                                                                     Debemos acompañar la fortaleza de nuestro sector turístico con medidas que favorezcan la recuperación de la inversión y la demanda interna, creando expectativas positivas sobre nuestras verdaderas posibilidades de crecimiento. En política económica deben adoptarse las medidas necesarias para alentar a una economía que debe salir de esta espiral de desánimo y pesimismo en la que se encuentra.                                                            
 Nos econtramos a escasos 40 días de unas elecciones generales que deberían suponer un punto de inflexión en la trayectoria de los principales datos macroeconómicos, al menos de partida, incidiendo en el estado de ánimo de los ciudadanos. Psicológicamente deberíamos interpretar la nueva legislatura como borrón y cuenta nueva respecto de los dolorosos últimos años para nuestra economía e iniciar con paso firme una nueva etapa, que lleve el empleo a niveles dignos, tirando fuertemente del PIB, creando prosperidad y riqueza.

Equipo de redacción dE




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