En plena campaña independentista por parte tanto del gobierno de la Generalitat de Cataluña como desde algunos sectores de la sociedad catalana, queremos traer a colación la petición de ayudas a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) junto con el asunto de la financiación autonómica a través de los llamados "bonos patrióticos" de cuyo riesgo venimos advirtiendo en diario de un Economista desde hace ya más de un año.
Les adjuntamos un cuadro con las distintas emisiones de deuda en "bonos patrióticos" que ha efectuado la Generalitat indicando además el plazo y el importe al que tienen que hacer frente.
Podemos observar cómo para poder atender el vencimiento de cualquier emisión de deuda, se emite una nueva de importe superior y ampliando plazos para aplazar el problema.
El próximo mes de noviembre de 2012, la Generalitat de Cataluña tiene que hacer frente a un vencimiento de deuda por valor de 2.600 millones de euros. Para este y otros vencimientos, el gobierno autonómico catalán solicitó ayuda al Estado por valor de 5.400 millones de euros. En septiembre, el Estado ya adelantó 471 millones de euros a cuenta de la solicitud de ayuda por parte de Cataluña al FLA. En octubre se le han vuelto a adelantar otros 568 millones.
Como ya advertimos en otros artículos relacionados con la emisión de bonos patrióticos (Déficit, deuda y emisión de bonos patrióticos; Continuan las emisiones de bonos patrióticos; Nuevas emisiones de bonos de Cataluña y Andalucía: el globo sigue inflándose) esta forma de endeudamiento desde su origen estaba tomando un cariz de efecto bola de nieve, donde las nuevas emisiones debían efectuarse por mayor importe y a tipos de interés más elevados que el anterior para asumir los vencimientos y atraer nuevos inversores que sustituyeran a los que dispusiesen salir.
Nos planteamos ahora si tiene alguna lógica luchar por proclamar la independencia política y económica de una comunidad autónoma que difícilmente puede subsistir de forma independiente a la vista de las fuertes relaciones de dependencia comercial y sobre todo financiera que mantiene con el resto de España (amén de la fuga de capital que se produciría). Si todo el país, a través del FLA no dota de recursos a Cataluña, al encontrarse cerrada a los mercados financieros (máxime con ratings pésimos por parte de las agencias), estaría abocada al impago de la deuda (default) con la ruina, el bloqueo, el aislamiento y las restricciones económicas que ello implica. Y claro, tampoco podemos esperar que una región se salte la legalidad para convocar un referéndum y tratar de proclamar su independencia y, acto seguido, empezar abriendo la boca para ver que le puede caer desde la UE para poder subsistir. Como es natural, ni la UE ni el resto de la comunidad internacional van a reconocer nada que la propia Ley española censure.
Cataluña y el resto de España, con sus más y sus menos como toda pareja. Ni contigo ni sin ti. Condenados a entenderse.
Equipo de redacción dE
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