En la tarde del pasado sábado asistimos a una comparecencia a las 19.30h (hora de Madrid), en la que el titular del ministerio de economía y competitividad, Luis de Guindos, oficializó lo que el mercado estaba esperando, el rescate de la economía española.
Este rescate que denomino 'light' no está condicionado a ninguna cesión de soberanía por parte de España y ni tan siquiera por nuevos ajustes presupuestarios. Pero, ¿tiene lógica que no se pida ninguna contrapartida a cambio?
Antes de adentrarme en la contestación de esta pregunta, he de decir que el importe que finalmente corresponda (que se conocerá al término de la auditoría que Europa está realizando a las Entidades financieras españolas, y que rondará la cifra estimada por el FMI de 40.000 millones de euros) se inyectará vía el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dejando la obligación de devolver el nominal y los intereses a las propias Entidades, aunque el garante de la operación en última instancia sería el Estado español.
Ahora sí, y en contestación a la pregunta que acabamos de lanzar, hay que apuntar que serán necesarios nuevos ajustes por dos motivos:
1) La cifra que se reciba incrementará nuestra deuda, elevando nuestros costos financieros y perjudicando el ratio deuda/PIB
2) Los gastos financieros y el coste de los intereses incrementarán nuestro déficit público, lo que complicará la consecución del objetivo marcado para el este año y los siguientes
Por esta última causa queda más que justificado que el Gobierno de España tendrá que tomar nuevas medidas de ajuste para asegurarse la consecución de nuestros compromisos fiscales, justo cuando en la declaración que hoy ha realizado el presidente Rajoy ha asegurado lo contrario.
Equipo de redacción dE
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