En diciembre del año pasado y febrero del presente 2012, el Banco Central Europeo (BCE) articuló unas subastas extraordinarias de liquidez a bajo coste para los bancos europeos en la que trató de responder a toda la demanda de dinero. La idea era aliviar la tensión a la que estaba sometida el mercado de deuda. Pero aquel efecto se ha mitigado y nos encontramos nuevamente en un escenario doblemente adverso.
Las dos subastas a 3 años y un tipo de interés de referencia del 1% tuvieron como fin la inyección de liquidez en la banca europea para que ésta accediera a la compra de deuda pública. El incremento de la demanda de bonos suavizó las primas de riesgo y se relajó la tensión crediticia internacional. Sin embargo, tres meses después de la última subasta extraordinaria del BCE la economía española sigue encontrándose con los dos problemas siguientes en relación a las inyecciones de liquidez:
- El efecto "relajación" que provocaron en las tensiones crediticias internacionales y de deuda soberana ya se ha mitigado. De ahí que desde el Gobierno de España se esté instando al BCE a recuperar con urgencia el programa de compra de bonos para relajar la prima de riesgo consolidada por encima de los 450 puntos básicos en las últimas semanas. Las desinversiones de capital extranjero en nuestro país por el riesgo latente de salida del euro y por el esceneario macroeconómico tan adverso para la recuperación económica, están contribuyendo nuevamente a repuntes en el coste de colocación de la deuda pública española en los mercados.
- Por otro lado, la liquidez que pueden adquirir las entidades crediticias a través del BCE no termina de llegar en forma de financiación a particulaes, pymes y autónomos, lo que implica que continua estancado el flujo de crédito en detrimento de proyectos que puedan asegurar la creación o cuando menos el mantenimiento de empleo. Las entidades siguen mirando a sus problemas internos de sobredimensionamiento (exceso de costes), exigencias de core capital y dotación de provisiones según las últimas reformas financieras. Todo ello en un marco de crecimiento no orgánico (fusiones y absorciones) pero sin que tenga nada de positivo hasta el momento para la economía real. Podemos decir que la recuperación del flujo de crédito ni está, ni se le espera. Al menos de momento.
Equipo de redacción dE
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