En el día antes de ayer la deuda soberana de España superó la barrera de los 500 puntos básicos respecto a la germana, lo que eleva la presión de los mercados sobre el país ibérico al tener que retribuir su deuda a unos niveles insostenibles si esta ácida situación se mantiene en el tiempo. Muchos son los que afirman que cuando la prima de riesgo supera los 400 puntos y el interés del bono a diez años alcanza el 7% (actualmente está en el 6,5%), las finanzas de un país no pueden sostener la situación, por lo que necesitaría el rescate.
Cada vez son más los que se están preguntando en este momento cuánto tiempo será capaz de aguntar España este acoso, teniendo que abonar unos intereses totalmente desmesurados a los tenedores de deuda 'made in Spain'.
A día de hoy, si cuantificamos la cantidad total de intereses que se paga al año en el contexto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), esta cuantía asciende a los 27.000 millones de euros, que más que cuadruplica a algunas partidas presupuestarias como la de Investigación y desarrollo (6.500 millones de euros).
Dicho esto no entiendo por qué los mercados están acosando a España, justo cuando se han emprendido lar reformas de mayor calado de las últimas décadas en el menor espacio de tiempo. Lo que 'obliga' a la propia Unión Europea a mover ficha para respaldar al país ibérico. Que sin lugar a dudas es el movimiento que esperan los inversores, en un momento en el que se está limitando la liquidez a la economía de Grecia.
Equipo de redacción dE
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