lunes, 26 de marzo de 2012

La inversión pública necesita la entrada del capital privado


En los últimos años es muy común escuchar que como consecuencia de los recortes de las partidas presupuestarias destinadas a la inversión pública, como por ejemplo equipamientos públicos, carreteras, rehabilitación de edificios, investigación han disminuido su importancia en los presupuestos estatales, abriendo el debate sobre si existen otros mecanismos financieros que permitan la provisión de estos bienes y servicios con un alto de calidad de una manera y sin una vinculación excesiva al apetito presupuestario que marca el ciclo económico por el que se atraviesa.

Ante estas ácidas circunstancias la entrada del capital privado para cubrir estas carencias es fundamental, con la bondad de que la inversión pública sería menos sensible a la evolución del ciclo económico, al tiempo que exigiría unos criterios de rentabilidad que en principio serían buenos para el conjunto de la economía, estos son:

  1. Aumento de la transparencia en los procesos de adjudicación de contratos y obras: al existir una mayor oferta de potenciales oferentes respecto a la provisión de un determinado bien o servicio, aumentaría la transparencia de los procesos, al tiempo que se podría alcanzar un precio más ajustado, lo que también contribuiría a aliviar la carga financiera de los mismos
  2. Alcance de mayores objetivos y de la capacidad técnica: puesto que con este tipo de iniciativas se fomentaría la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i) en la empresa privada, favoreciendo la inversión en investigación dentro de las empresas
  3.  
  4. Aumento de la eficiencia y de la productividad: al verse obligadas las empresas a ofrecer precios ajustados, se favorecerían las medidas de competitividad, no solo en el mercado interior, si no para el desarrollo de potenciales trabajos de nuestras empresas más allá de nuestras fronteras nacionales
Por tanto, ante los recortes presupuestarios para cumplir con el déficit, no se puede afirmar categóricamente que necesariamente necesitemos renunciar a la inversión pública, puesto que mediante la instrumentalización de unos contratos adecuados, podemos trasladar parte de este esfuerzo y/o responsabilidad al sector privado.


Equipo de redacción dE

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1 comentario:

  1. El clientelismo y el amiguismo siempre va a estar en la administración. Por lo que el criterio de transparencia se pierde en las licitaciones.

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