Las economía estadounidense y las europeas (capitaneadas por Alemania) presentan dos visiones diferencialmente distintas e incluso antagónicas sobre cómo abordar la crisis económica. Porque mientras que la americana trata de poner en valor las políticas monetarias expansivas vía emisión de deuda y de sucesivas inyecciones de capital en la economía, la versión ortodoxa, es decir, la germana, aboga por un escrupuloso ajuste fiscal que aplaza el crecimiento futuro.
Muchos de ustedes se estarán preguntando, ¿qué visión es la más adecuada para promover una verdadera salida de la crisis? A continuación, sin resolver esta cuestión, puesto que ello dependerá de cuál sea la 'parrilla de opciones' más preferida por cada economía, pasaremos a destacar los pros y los contras de cada una de ellas:
- Visión estadounidense
La piedra angular de la economía de este país norteamericano se basa en el consumo, de tal manera que la evolución de este condiciona el pulso económico, obligando a las autoridades gubernamentales así como a la Reserva Federal (FED), a tocar las herramientas necesarias para facilitar las medidas requeridas en función del 'apetito' de la economía en cada momento.
Ante un escenario de deterioro económico como el que llevamos padeciendo desde el estallido de la crisis financiera en el verano de 2007, sus autoridades económicas han apostado por las políticas monetarias expansivas, dejando los tipos de interés en mínimos históricos, cercanos al 1%. Al tiempo que han inyectado grandes volúmenes de capital en la economía para incentivar el consumo. Relegando el objetivo del déficit a un segundo plano, hasta el punto de ser la economía norteamericana la que mayor saldo negativo nominal presenta en su balanza comercial.
Aunque se presume que medidas como esta son inflacionistas, a la postre no lo han sido tanto, y han resultado muy positivas para su economía que hoy en día goza de una recuperación, que aunque lenta, es sostenida en el tiempo.
A diferencia de la visión norteamericana, los países europeos capitaneados por Alemania están siendo mucho más ortodoxos, con dos objetivos sobre la mesa que se anteponen a cualquier otro, como son de un lado la estabilidad de precios y por otro la reducción del déficit fiscal.
En cuanto a la estabilidad de precios, aunque el Banco Central Europeo (BCE) mantiene unas tasas de interés cercanas al 1%, las inyecciones de dinero en la economía se han realizado con cuentagotas, únicamente para atajar problemas locales y para 'enfriar' la prima de riesgo en circunstancias muy concretas.
Como contrapartida, a pesar de que desde el punto de vista macroeconómico unas finanzas públicas saneadas resulta muy positivo para la salud financiera de los estados, la obsesión por el déficit se está convirtiendo en un dañino lastre para el crecimiento, al destinar gran parte de los recursos públicos al pago de la deuda y no a la financiación del crecimiento.
Llegados a este punto, abrimos el debate sobre cuál es la opción más recomendable para la salida de la crisis. Bien es cierto que ninguna de las dos áreas económicas analizadas se han recuperado completamente del ciclo recesivo, pero tal vez podamos determinar cuál es la más adecuada en función de nuestras preferencias, que naturalmente se ven afectadas por razones culturales, sociológicas y de prioridades.
Equipo de redacción dE
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No creo que sea tan positiva la estrategia de USA, el crecimiento aún es débil y lo peor es que algún día tendrán que poner coto al problema del déficit.......
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