Desde 2009, año en el que comenzó la oleada de cierres de oficinas bancarias en España, se ha hablado largo y tendido sobre el excesivo número de sucursales que mantienen las entidades españolas en comparación con las establecidas en el resto de Europa.
Si nos fijamos en el cuadro que se indica más abajo, y tenemos en cuenta el número de sucursales de países económicamente más potentes que España, tanto en términos de PIB, así como de población, llama la atención que el país ibérico tenga un número de sucursales ampliamente superior al resto de países que intervienen en la comparativa.
Fuente: elaboración propia a partir de la información de los respectivos bancos centrales
Adicionalmente, a pesar de que el número de sucursales es mayor, el número de empleados por sucursal es mucho menor, lo que hace que la ratio de empleados por oficina sea muy pequeña (6,05 empleados por sucursal) en relación a los países de nuestro marco de comparación (que llega al máximo de casi 32 empleados por oficina en Reino Unido).
Por ello, si se pretende una equiparación de la red bancaria española con la europea el camino que debería emprender la reforma del sector financiero no debe ser solamente el cierre de oficinas, sino una concentración de los servicios, para que una vez simplificado el mapa de oficinas bancarias, se pueda proporcionar una concentración de los servicios para los clientes de las entidades financieras. Pero, ahora abrimos el debate, ¿con la hoja de servicios actual, permitirán las entidades un incremento de su personal por oficina justo cuando su estrategia ha sido la contraria, es decir, la reducción de personal dentro de las mimas con una hoja de servicios creciente?
Parece ser que todo apunta a que con independencia de cómo se encuentre la ratio de las sucursales en España respecto a las de la comparativa, el sector financiero ha de adelgazar su estructura, no desembocando en un trasvase de trabajadores, sino una reducción del número de oficinas manteniendo la ratio de empleados por sucursal inalterada.
Parece ser que todo apunta a que con independencia de cómo se encuentre la ratio de las sucursales en España respecto a las de la comparativa, el sector financiero ha de adelgazar su estructura, no desembocando en un trasvase de trabajadores, sino una reducción del número de oficinas manteniendo la ratio de empleados por sucursal inalterada.
Equipo de redacción dE
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Lo que no se puede mantener es que en pueblos como el mío con una población de menos de 5.000 habitantes, tengan representación 7 entidades financieras. Un saludo. Daniel.
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